HVO: una alternativa renovable superior al gasóleo

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El aceite vegetal tratado con hidrógeno (HVO) se está convirtiendo rápidamente en un revulsivo en el mundo de los biocombustibles, ya que ofrece una alternativa muy superior tanto al gasóleo tradicional como al biodiésel. Como combustible 100% renovable y sostenible, el HVO presenta unas características técnicas impresionantes que rivalizan, e incluso superan, las del gasóleo convencional, al tiempo que reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

El HVO se produce refinando aceites vegetales, grasas animales u otras materias primas renovables utilizando hidrógeno en un proceso conocido como hidroprocesado. El resultado es un combustible de alta calidad químicamente similar al gasóleo fósil, pero con un impacto medioambiental mucho menor. A diferencia del biodiésel, que sólo puede mezclarse hasta un 7% en motores diésel convencionales, puede utilizarse con una concentración del 100% en cualquier vehículo o equipo diésel sin necesidad de modificaciones. Esto incluye coches, camiones, trenes, barcos, maquinaria agrícola e incluso centrales eléctricas.

Una de sus características más destacadas es su impresionante reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En comparación con el gasóleo fósil, el HVO puede reducir las emisiones entre un 82% y un 92%, lo que lo convierte en una opción excelente para quienes buscan reducir su huella de carbono. Esta reducción significativa de las emisiones convierte al HVO en un actor crucial en la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.

Desde el punto de vista técnico, destaca en varios aspectos. Ofrece un rendimiento superior en el arranque en frío, lo que lo hace ideal para su uso en climas más fríos, donde el gasóleo tradicional puede tener problemas. El HVO también tiene excelentes propiedades de ignición, que pueden mejorar el rendimiento del motor, reducir su desgaste y mejorar la eficiencia del combustible. Estas cualidades hacen del HVO no sólo un combustible más limpio, sino también más fiable en diversas condiciones de funcionamiento.

Además, al ser totalmente compatible con todos los motores y equipos diésel, elimina la necesidad de que los propietarios u operadores de vehículos realicen modificaciones, a diferencia del biodiésel. Esto hace del HVO una transición más fácil y accesible para las industrias y los particulares que buscan adoptar soluciones energéticas más limpias.

En resumen, el HVO representa una alternativa de combustible más sostenible, versátil y técnicamente superior tanto al gasóleo como al biodiésel, lo que lo convierte en una opción apasionante para el futuro del transporte y la industria pesada.

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